En nuestro salón de las capacidades, de nuevo, Charo Solís nos deleita con una de sus expléndidas poesías. Prestad atención al leerla...
QUISIERA
Quisiera llamar
a la puerta
pero no estás.
Tendre que llamar
a otras puertas
para poderme consolar
y si tampoco encuentro
la alegría del amor
eso si que no tendría perdón.
En las manos pequeñitas
de un bebé
encontré las caricias
que siempre busque.
Esa manos diminutas
son tan lindas y chiquitas
como un pequeño corazón
partido.
Charo Solís
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